miércoles, 19 de febrero de 2014

Citroën Saxo VTS

Cuatro cilindros en línea, 88 caballos, 950 kg de media de peso y 1600 centímetros cúbicos de cilindrada, ¿sabéis de que hablo?, sí, de uno de los últimos hot hatchbacks que se han fabricado hasta el día de hoy. Obviamente se siguen fabricando a día de hoy, pero ya no se busca lo esencial, una ligereza que combinada con su potencia nos hace disfrutar de la conducción, sin ayudas, sólo nosotros y la carretera y a uno de esos coches nos referimos en la siguiente entrada, al Citroën Saxo VTS.



Hubo varios modelos del saxo VTS, entre los cuales me refiero al más económico de ellos, al 8 válvulas de primera generación, antes del reestyling de 2001, que en mi opinión fue redondeado, sirviendo como guía a los diseños posteriores de la marca, un coche sencillo, ligero, atmosférico y con lo básico, elevalunas eléctrico, equipo de sonido, guantera, airbag del conductor y poco más. En él no se buscaba la comodidad que se busca hoy en día en los coches, se buscaba la transmisión de la carretera al conductor, o piloto para los más puristas, una suspensión que te hace sentir hasta la más mínima piedra en el camino, un acelerador carente de electrónica, lo que viene siendo que a la vez que pisas ya sientes el motor, sin ningún retraso, sin ABS, vale que no buscaba la seguridad, aunque a finales de 90 todavía no existían los sistemas de seguridad de ahora ni las normativas de limitación correspondientes, pero te hace sentir en otro mundo.


Centrándonos en el modelo del Saxo y no específicamente en el modelo que he definido anteriormente, el cual he probado de ahí que haya podido sacar algunas conclusiones, tenemos varias motorizaciones.


En primer lugar, destacamos que compartía plataforma con el Peugeot 106 con el que también compartía la tracción delantera, y continuando con las motorizaciones tenemos el más básico de todos ellos, el 1.0 de 50 CV, un coche de los que puedes decir la frase "Vete con Dios", lo normal para desplazarse, un coche, algo así como un Panda francés, pero con el toque parisino, sin haber sido diseñado tomando como base dos cajas cuadradas. 





A continuación venía la motorización 1.1 de 60 CV, de la que no podemos destacar mucha diferencia entre la anterior, probablemente las carreras de drag entre los dos eran muy lentas emocionantes, en la que la elección de la toma de cambios era clave, aunque no me imagino a muchos Saxo de este tipo en carreras de drag, seguramente en alguna salida de un semáforo se dio alguna en este inmenso universo sin saber siquiera si llegaron a los 100 km/h.




Ya un poco más arriba tenemos el 1.4 de 75 CV, esto viene siendo ya más un coche con el que poder darse un susto en alguna carretera de montaña, ya sea por las suspensiones, por fallo del piloto o por ser tan rata y no comprarse unos neumáticos decentes y acabar en alguna cuneta por falta de adherencia, pero aún así no hemos llegado a las joyas de la corona.








Ya llegando a los "grandes", entramos en los VTS, el primero de ellos, el que he descrito, el VTS de 8 válvulas de primera generación (la segunda de 2001 incluyo 10 CV más), que compartía motor con el VTR, el cual era incluso más básico que el VTS, en cuanto a detalles como tapicerías o llantas, pero venía siendo el mismo coche. Éste era un coche con el que ya el peligro era consciente, sobre todo para el que no conducía ya que era el único que llevaba un airbag, que probablemente serviría de poco, la carrocería era como por así decir una mezcla de chapa y plástico suficiente para cumplir las homologaciones de seguridad de la época. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 9.8 segundos con sus 135 Nm de par a 3000 rpm, una caja manual de 5 velocidades. Puesto que pesaba "poco" (pocas personas en el mundo pueden levantar 900 kg con sus manos, pero en el tema automovilístico es un peso relativamente bajo), lo hacía un coche ágil para la toma de curvas y al que no le "pesaba el culo" a la hora de acelerar.

Por último, la joya de la corona, el VTS de 16 válvulas, con 120 CV que le hacían ganar 2 segundos en el 0 a 100 y con 10 Nm más de par a 5200 rpm lo hacían el Saxo más pepino rápido y potente de todos, un coche de los que ya no quedan, de los que echan de menos los apasionados de los coches, pero que se le va a hacer, siempre nos quedarán los coches usados.






Concluyendo este post, los puristas como un servidor siempre tenemos la esperanza de que se vuelva a estas épocas, pero al estar marcadas por normativas de seguridad y emisiones es muy difícil que se vuelvan a fabricar coches como los de finales del siglo pasado, con los que se buscaba divertir al consumidor, pero bueno, ahora Renault ha sacado un compacto tracción y motor traseros, quién sabe si es el principio de algo grande u otro coche loco como los famosos Renault 5, en todo caso siempre nos quedarán los usados.


PD: Me faltó comentar el modelo 1.5 Diesel del Saxo, pero existía una leyenda de que el humo negro al décimo año se los comía y desaparecían junto con sus dueños y no quería que esto fuera un relato de terror.


Aquí os dejo algunas fotos de las atrocidades que se cometían con estos coches en cuanto a lo estético.






Ni iceman se quedaría inmóvil al ver cosas como esta.













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