Viajando por Europa nos toca pararnos en las islas
británicas, porque hoy no toca un coche cualquiera, hoy toca uno de los
grandes, de los coches que cuando ves en las pocas ocasiones que tendrás de
verlo en tu corta pero gran vida te pondrá los pelos de punta y lo verás como
un acontecimiento que hay que marcar salvo que tengas uno en tu flamante
garaje, el Jagua XJ220.
Cualquiera diría que una marca centrada en la fabricación de
turismos, de los cuales han marcado época algunos, de repente sacara un
superdeportivo, algo que según cuentan fue diseñado por un grupo de ingenieros
que se aburrían los fines de semanas y se dijeron, “Vamos a diseñar coches”, y
después de tanto trabajo salió esta obra de arte.


Lo más interesante es el concepto, algo que no existe en la
actualidad y al ritmo que va la industria del automóvil nunca volveremos a ver,
esto era un “concept-car”, algo así como para ver hasta dónde podía llegar
Jaguar sin tener que comercializarlo, pero el sueño se hizo realidad, no como
en la actualidad, que los susodichos a la hora de pasar a producción (los pocos
que pasan) no se parecen ni en el blanco de los faros al modelo original.

Por último, además de saber que nos depararán estos ingleses
(después de ver su nuevo y flamante F-Type) que ahora están financiados por
Tata Motors, se fabricaron otras unidades bajo la denominación “S”, ¿y que
tenían?, pues lo típico que podemos ver en una versión que pide un poco más,
una versión usada con los repuestos de los que corrieron en su época en la Le
Mans series, algo así como si Ferrari reciclara sus motores de la fórmula 1 de
esta temporada y sacara unos flamantes Fiat 500S, bajo la denominación
Specially Slowly. Y hasta aquí todo sobre este flamante supercoche que marcó
una época para esta marca que nunca llego a sucederse de la manera que todos
los aficionados del automovilismo deseábamos.